La Casa do Cabido forma parte de la escenografía compostelana barroca que durante los siglos XVII y XVIII engalanó las calles adyacentes en la catedral. Su papel es clave en la armonía coral de la Praza das Praterías, a la que se abre con un hermoso lienzo pétreo, que manifiesta en su grandiosidad el concepto teatral del Barroco, una actuación ejecutada de forma magistral a través de una ilusión óptica, un espejismo que hace partícipe al que la contempla de la quimera del arte.

LOIS PATIÑO y JORGE PERIANES comparten el espíritu de este edificio capitular, auspiciando la idea del misterio que se oculta tras las bambolinas, y, como en la vieja técnica pictórica de la  Quadratura en la que el trampantojo (trompe-l’oeil) propiciaba que las figuras flotaran elevándose en un imaginario ascenso hacia el firmamento, intervienen el espacio de estas salas para crear su singular acto escénico.