El trabajo de Maider López, como explica Miren Eraso “se encuentra en el límite entre el arte, la arquitectura y el diseño, entre lo funcional y lo estético; en ese espacio intermedio entre lo útil y lo inútil. Ese espacio-frontera en el que se sitúa nuestro presente.”
El trabajo se realiza específicamente para el espacio concreto a intervenir. La pieza es un punto de partida para empezar a descubrir el edificio. Empiezas a mirar cómo está construido el edificio a través de la pieza. Ésta entra en relación con el espacio arquitectónico mostrándonos, recordándonos donde estamos con respecto a nosotros mismos. Nos ofrece un mapa topográfico. Nos ayuda a reconstruir el espacio, la realidad.
A redescubrir el espacio a través de la pieza.
Esto es lo que nos presenta esta exposición, en la que la revisión del espacio y la nueva reorganización de éste viene dada por la repetición de elementos arquitectónicos. Puertas correderas que dividen el espacio de la galería son reproducidas y colocadas donde antes no lo estaban, camuflándose con las ya existentes y confundiéndonos sobre lo funcional y lo no funcional, sobre lo real e irreal y, poniéndonos en funcionamiento un mecanismo de adivinar qué estaba ya en la galería y qué es parte de la exposición. La pieza se apropia del espacio que la rodea, convierte el espacio en pieza, o lo que es lo mismo, transforma la pieza en espacio. Se trata pues, de que el espacio circundante pasa al mismo plano que la pieza. El límite entre donde acaba la pieza y empieza el espacio alrededor de ésta no es claro en cuanto que ambas cosas se hacen uno. La obra se camufla con el espacio.
Por otro lado un mosaico de plexiglas de colores en la pared nos remite a la fachada del edificio contiguo a la galería. Esta intervención directa en la pared de la galería convierte el interior en exterior, la pared en fachada, el plexiglas en ladrillo. En un juego de referencias y de color.
Y distribuidas por la galería lámparas de colores que tiñen paredes y suelo de los colores que éstas proyectan. Espacios teñidos de color, de luz filtrada a través de estas lámparas realizadas a partir de la superposición de láminas de plexiglas. Una lámina oculta la otra en este juego de superposición, pero es el canto de estas láminas el que deja filtrar la luz y transformar las paredes blancas de la galería en áreas o líneas de colores. Juegos de luz y de color.