Publicado en 1970, Secuencias de Duane Michals se convirtió en uno de los libros de fotografía clave de la década. Las narraciones concisas de Michals, normalmente compuestas por seis o siete imágenes sin subtítulos, eran surrealistas, provocativas, misteriosas y, en ocasiones, cargadas de humor. Impulsaron una dirección radicalmente nueva para toda una generación de artistas que exploraban el potencial narrativo de la fotografía.

El crítico Jed Perl, en una vista a la retrospectiva itinerante organizada por los Museos Carnegie de Pittsburgh en 2014, calificó las secuencias de imágenes pequeñas en blanco y negro como “cuentos de hadas recién acuñados para adultos. Estas fábulas visuales surrealistas se mostraron en el Museo de Arte Moderno en 1970, cuando el museo era el árbitro de todo lo relacionado con la fotografía. […] Con [sus] secuencias cósmico-cómicas, Michals se convirtió en el alborotador genial de la fotografía, visto por algunos como burla al realismo lírico del «momento decisivo» de Henri Cartier-Bresson y las impresiones perfectas de Alfred Stieglitz. Lo que puede subestimarse con demasiada facilidad es la inteligencia rápida y ágil que Michals aportó a sus problemas. Eso es lo que le ha dado a su espíritu disidente su poder de permanencia «.