El artista colombiano Miler Lagos, representado por la Galería Max Estrella, recibió el Premio Kubik 2018 en el marco de la edición número 14 de ARTBO I Feria de la Cámara de Comercio de Bogotá.
Este reconocimiento se otorga a artistas que aborden en su obra la especificidad del espacio, la relación con el medio ambiente y el diálogo con la arquitectura y que hayan desarrollado previamente proyectos para un lugar específico.
El premio busca estimular propuestas que articulan arte y arquitectura en beneficio de la Ciudad y de sus habitantes, a través de un lenguaje contemporáneo por medio de sus obras.La obra quedará exhibida en uno de los proyectos arquitectónicos de Kubik, una firma de arquitectura innovadora que plantea soluciones sostenibles y adaptables a la vida contemporánea que se basan en los argumentos del buen diseño y se desarrollan de la mano del arte.
El jurado estuvo compuesto por Camilo Alvarado, director de Kubik Lab (Colombia); la artista Tutúa Boshell (Colombia); el coleccionista Eduardo Macía (Colombia); el coleccionista Sergio Ferreira (Colombia), y la curadora Ana María Lozano.
Sobre el ganador, el jurado afirmó que “a lo largo de su carrera ha adoptado recursos escultóricos, elementos miméticos y formas paradojales para abordar problemas que interrogan al mundo contemporáneo y a sus contradicciones. Por otra parte, viene trabajando temas que tienen que ver con las acciones humanas frente a la naturaleza, en los que árboles monumentales y papel, desperdicio y saber construyen tensiones irreparables. En sus últimos proyectos, el artista ha emprendido proyectos para el espacio público, en los que revisan las relaciones que tenían las poblaciones humanas con sus cuerpos de agua”.
Sobre Rainmakers
Rainmakers es una instalación escultórica consistente en un anillo de 5 metros de diámetro y 1.50 de ancho realizado en madera, el cual está en contacto con el agua en su parte inferior. Esta rueda está diseñada para dialogar con el paisaje como elemento escultórico. Igualmente y en conexión con el agua puede producir lluvia cuando se activa su movimiento caminando en su interior.
La obra de Miler Lagos tiene como uno de sus ejes discursivos más importantes la concienciación por la conservación del medio ambiente. De manera adicional a la denuncia de los impactos negativos causados por efecto de la actividad humana en la naturaleza, Lagos reflexiona sobre el carácter científico de los elementos que definen y forman el paisaje.
El agua es el elemento protagonista en la instalación titulada Rain Makers. Sus características energéticas sirven al artista para hablar sobre el concepto de energía vital, conocida desde la antigüedad como prana por los hindúes, chi por los chinos, ki por los japoneses, ka en Egipto, o aliento divino para los cristianos.
Rain Makers es una pieza interactiva, y como tal necesita del público para activarse. Más allá de una cuestión mecánica, precisa de la energía del individuo para escenificar el flujo de energía del hombre a la naturaleza con el agua como mediador.
El carácter escultórico integrado en el paisaje de la obra, sustenta otra de las líneas de reflexión contenidas en Rain Makers, acerca de la interacción entre cultura y naturaleza. La capacidad de impacto positivo de la acción del hombre a través de la cultura complementa el mensaje crítico hacia los perjuicios ocasionados por las grandes industrias.