Aunque Nico Munuera ha cultivado otras disciplinas, desde sus maletines escultóricos a sus  fotografías de paisajes irreconocibles, o sus pequeños dibujos realizados con los dedos, es sin duda en su obra sobre lienzo donde alcanza su máximo reconocimiento y madurez con su obsesivo y personal uso del trazado horizontal. Barridos de color que nos sumergen en la sensualidad y belleza de la sencillez aparente de la unión de dos campos de color. Pintura acrílica, larga, profunda, extensa, honda que se muestra en el exterior como una gran onomatopeya de silencio pero suena en nuestro interior como un inmenso gong.

No flags es una exposición que marca la trayectoria en el proceso interno de creación de un artista. Proyecto que consiste en un ejercicio profundamente íntimo en el que la provocación tiene un papel principal. Provocación que va dirigida hacia él mismo y  su manera de hacer, concretada tanto en el uso de la vertical como en la elección de un motivo representado. Si bien en sus trabajos horizontales nunca ha habido motivo representado más que el color, ahora las banderas han sido el motor representacional de la obras. No flags no significa una ruptura ya que afortunadamente en estas nuevas obras se percibe la mano de un pintor que, aún rompiendo su reconocida bandera horizontal, apuesta de nuevo por la belleza de la pintura en su grado más autónomo.