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Nico Munuera

La isla de Boneless

12 Nov 2015 - 16 Ene 2016

En su tercera exposición individual en la Galería Max Estrella, Nico Munuera nos invita a adentrarnos de nuevo en su particular territorio de la pintura. El color como origen e hilo conductor siempre en su obra, se presenta en este proyecto con una especial vitalidad y delicadeza de carácter atmosférico.

La isla de Boneless nos traslada a ese enclave físico e interior recurrente  habitado por Munuera. Espacio físico y geográfico de superficie natural, recortado por el litoral donde los límites se unen, se separan, se funden y se confunden siempre como un dibujo cambiante. Interior en cuanto a la experiencia solitaria de habitar y escudriñar cada fragmento de ese paisaje, que es la pintura. Acechando el tiempo en la pausada contemplación de sus leves pero perceptibles variaciones. Observación minuciosa y  experiencia de la naturaleza. Naturaleza en el término más profundo que queda plasmada en la obra no por la representación o interpretación, sino en el comportamiento mismo del fluir de la pintura.

La tinta, manejada a semejanza de la técnica japonesa mokkotsu (boneless «representaciones sin hueso” es decir, sin los contornos delimitados), permite explorar las características propias de la fisicidad de la pintura, invitándonos a descubrir  el color como naturaleza misma. Conducido, transformado, modelado al igual que los elementos que se disponen en la naturaleza. La pintura fluye al igual que el crecimiento de una planta. Bajo su forma aparentemente estática contiene en su interior la intuición del pasado y el futuro.

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Ese tiempo y observación minuciosa puede verse también reflejado en obras como Claude Color Chart. La idea de montaje fílmico, fotográfico, cartografía o fragmentación unido en nuestra cultura a conceptos de exactitud y asimilados como verdades racionales, es conjugada en su resolución final por la intuición de los matices y relaciones. Percepciones que derivan de esa experiencia circular de observación y vivencia que nos conduce de la pintura al paisaje.

Tiempo, mirada y color son posiblemente los tres grandes conceptos internos en la experiencia de la obra de Munuera.  En palabras de David Barro: “Poco importa si son banderas o medallas, paisajes nevados o paisajes marinos, se trata, simplemente de pensar la pintura para dejarla respirar, dejando que el color trabaje, que la imagen se reivindique”. Una imagen inexistente que aflora y que debe desarrollarse siempre  como un acontecimiento.

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